¿Qué tipo de caldera es la mejor para mi hogar?
Elegir la caldera adecuada para nuestro hogar, puede marcar una gran diferencia principalmente en la factura de la luz. La caldera que necesitemos dependerá de diferentes factores, entre los cuales encontramos la cantidad de personas que vivimos en nuestro hogar, el tamaño de la vivienda, la disposición y cantidad de radiadores, etc.
Tipos de calderas
La mayoría de personas tienen una caldera de gas, ya que es más económica. Otra opción es utilizar calderas eléctricas, las cuales son más compactas y eficientes, además de más económicas de instalar, ya que las calderas de gas requieren de una infraestructura mayor. Esto tiene una gran desventaja, puesto que el coste del kWh es mucho mayor que una unidad de gas, por lo que esto significaría estar pagando facturas mayores de luz a final de mes.
Además de estos dos tipos de calderas, tenemos los calentadores de almacenamiento nocturno, los cuales están hechos de manera que solo funcionaran cuando la electricidad esté en el punto más barato del día.
Calderas combindadas
Dentro de las calderas de gas tenemos varios tipos, como por ejemplo las calderas combinadas. Estas calientan el agua directamente cuando las encendemos, y son muy económicas, ya que no requieren de almacenamiento del agua, únicamente se estará calentando el agua que utilicemos.
Calderas convencionales
Después tenemos las calderas convencionales. Las cuales hacen uso de tres tanques, uno para guardar el agua fría, otro para mantener el nivel de agua del sistema de calefacción, y el último para guardar el agua caliente. Con esta caldera podremos usar el agua caliente desde más de un grifo a la vez, sin sufrir ningún tipo de problema. El problema es que después de emplear un rato el agua caliente, tendremos que esperar un tiempo a que vuelva a calentarse.
El sistema de calderas
Por último tendremos el sistema de calderas, las cuales funcionan de manera similar a las calderas convencionales, a diferencia de que no necesitan un almacenamiento con agua fría, y, por lo tanto, ocupan menos espacio y son más fáciles de instalar. Estas, junto con las calderas combinadas, son las ideales para los hogares en los cuales dispongamos de poco espacio, reduciendo el uso de este al evitar tener sistemas más complejos.
